domingo, 22 de marzo de 2015

Película Cristalina

Brillo, blanco.
Tenue, negro.
Miradas compactadas.
Miradas distanciadas.

Te vi, te sentí.
Y rozaste un espacio,
el del aire de la tierra,
ése, que sólo tuyo implora tu tacto...

Algo se avivó dentro, mas nada cambió…
Será acaso una confusión, un enjambre haciendo implosión.
Tan tuyo, tan propio, algo puesto a tu nombre.
Tal como una película plasmada en un cristal…

¿O era tan solo la percepción de tu esencia?
¿O la imprudencia de no vivir lo tan anhelado?

Creo que al final no fue lo tan esperado,
tal como el invierno espera al verano.

Pues no cambiaste nada, no fuiste más que una corazonada.
Una corazonada que salvó la llama,

 y la haría perdurar hasta que el invierno se avecinara…

-Edgar Aranda

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