Soy
la asistente del productor de comerciales más requerido por las compañías de
diseño industrial y mi trabajo es recibir las llamadas de las empresas que
requieren el trabajo de la publicidad, también me hago cargo de los modelos de
comerciales, sean niños, adultos, animales, etc.
El
jefe es una persona mayor de 60 años, por lo que es muy corajudo, neurótico y
controlador, pero los empleados se dejan manipular por su gran empresa, la cual
gana millones de pesos por un solo comercial.
Es
miércoles por la mañana y estamos haciendo un proyecto de un comercial sobre un
nuevo juguete, ya que se acerca la época del año más cansada y pesada, la
navideña, donde la mayoría de las empresas de diseño industrial nos traen sus
productos o servicios para que nosotros hagamos los comerciales.
Estoy
en el camerino de Jennifer, la modelo del comercial en el que está trabajando mi
jefe, se ha convertido en una persona muy especial para mí, nos tenemos tanta
confianza, que me cuenta todo lo que le pasa, incluyendo lo que le hace hacer
mi jefe, sin miedo a que yo vaya a contárselo, así de grande es nuestra
confianza.
Desesperada
me pregunta ¿Por qué acepte?, querer regresar el tiempo es lo que más quiero en
este momento, porque nunca me imaginé que Jennifer, siendo una persona tan
importante, se dejara manipular así por mi jefe. Él quiere verla trabajar todo
el tiempo, no la deja descansar y es por esto que ella no está poniendo de su
parte, porque está tan cansada que ni ganas de trabajar tiene, y es lo que más
le apasiona, salir en la tele, ya sea comercial, novela, película, etc.
Yo
he hecho lo posible para que el jefe le dé por lo menos media hora de descanso,
pero gracias a que le he insistido tanto, me ha amenazado, estoy en prueba,
esta apunto de despedirme, es por esto que no he podido hacer más por ella,
porque si pierdo mi empleo no podré sobrevivir, ya que me he ido de la casa de
mis padres y me mantengo sola. En cambio, si lo pierde ella no hay tanto
problema, además de que tiene marido, la pueden contratar más personas,
porque es una gran actriz.
Hemos
terminado la sección de hoy, todos estamos tan cansados y agotados, que en
cuanto ponemos la cabeza en la almohada nos quedamos dormidos, en cuanto a
Jennifer, se quedó a platicar del avance de hoy con el jefe, además del trabajo
que hará el día viernes.
El jueves es día festivo, así que nos dieron
el día libre. Por la tarde llega Jennifer muy angustiada a mi casa, me contó
que el jefe la amenazó con demandarla si deja el proyecto de los juguetes,
tiene mucho derecho, ella había firmado un contrato donde decía que si dejaba
la compañía sería demandada, a pesar de la gran cantidad de dinero, abogados y
propuestas de trabajo que ella tuviera. Una mala imagen de ella es lo que
anunciaría en un comercial para que ninguna persona la contratára, además de
amenazarlas.
Está
muy preocupada por eso, lo peor es que se enteró que el jefe nunca ha
perdido una demanda y ella ya no aguanta más su explotación. Retiro
lo dicho, más bien ella no puede renunciar, por todo lo
que me ha contado, no puede hacer nada más que aguantarse. Eso es lo que he
hecho durante 5 años trabajando en esta empresa publicitaria, aguantarme los
insultos, amenazas y críticas del jefe.
Ningún
empleado se ha atrevido a desafiarlo, sólo Jennifer. Necesitas ser realmente un
empleado pésimo para que el jefe te corra y te libres de él.
¡Eso
es!, ser pésimo, lo tengo, tengo una idea para que corran a Jennifer sin
necesidad de pasar por todas sus amenazas. Planearlo
será un gran reto, pero con tal de ayudar a mi amiga, me las ingeniaré para que
ella salga de este embrollo.
El
viernes llegando al trabajo le propuse a Jennifer la idea que tengo para
sacarla de éste problema, y en cuanto aceptó mi propuesta comencé a pensar en
algunos planes, pero ninguno era bueno.
Llevo
toda la noche intentando encontrar la forma de vencer al jefe, pero no lo he
logrado. Todo el fin de semana bastó para encontrar la manera de vencerlo, sin
pensarlo más decidí escribirlo y enviárselo vía correo a Jennifer para no dejar
ninguna evidencia en el camerino.
De
lo que no me percaté fue que el jefe controla todas las cuentas de correo
electrónico de sus empleados, incluyendo la de los modelos.
Me
dio miedo, así que le llame por teléfono a Jennifer para contarle lo que había
pasado y ella se preocupo aún más, así que eliminamos el correo electrónico.
Llegando
el lunes por la mañana al trabajo, el jefe nos citó a las dos en su oficina,
estábamos asustadas y empezamos a cuestionarnos, ¿Habrá visto el correo?
Llegamos
a su oficina temblando de miedo.
-¡Están despedidas!
-¡Están despedidas!
Nos
gritó, muy furioso nos dijo que gracias al mal desempeño de la señorita
Jennifer y a que no atendí ninguna llamada el fin de semana, el comercial fue un
total fracaso y la empresa de diseño industrial lo demandó, no tenía ni un peso
y la empresa publicitaria quedó en quiebra. No nos amenazó ni nos dijo más, solo
nos despidió.
Salimos
fingiendo que nos dolía hasta el alma, pero en cuanto nos dejó de ver gritamos
de alegría, no me importaba tener que conseguir otro empleo, ya no aguantaba a
ese viejito cascarrabias.
En
cuanto a Jennifer, regresó a casa con su marido y aceptó las demás propuestas de
trabajo que le habían ofrecido.
Comencé
una nueva vida, con el dinero que había juntado terminé mis estudios y me fui a
vivir a otro país, donde crear una nueva empresa fue lo que me animó a seguir
adelante.
-Fernanda Martínez
-Fernanda Martínez
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